Ignorante Castidad
Que bien aparentas no aparentar:
Ofreces una sonrisa mientras tu alma llora.
Muestras satisfacción en tu inmundicia.
Escribes sin tu esencia para que no hablen mal de ti.
Y haces que tú sonrisa enfermiza parezca sincera.
Estando inmerso en la monotonía, te jactas de vivir en plenitud.
Labios sonrosados que dan besos negros.
Cuerpo mancillado que refleja el estado de tu alma.
Exceso de ideas superfluas guardadas en la cabeza.
Con ellas será imposible llenar el vacío que sientes a diario.
Superficialidad abyecta que desemboca en un deplorable reduccionismo.
Cúmulo putrefacto de masa carente de autoconocimiento, que no se compadece del sufrimiento.
Como el "amor" que una vez estuvo allí, y que hipócritamente me decía: "No miento".
Pero yo sé bien la inmundicia que realmente eres:
Sé cuántos hombres has devorado ansioso en tu manchado cuerpo.
Sé de los espectáculos que das cuando no estás en un escenario.
Sé que no te satisface el placer de los orgasmos que buscas desesperadamente.
Sé que pretendes ser todo un caballero, pero eres de lo más mundano entre sábanas.
Y si no puedes devolverme la ignorancia que tenía, dormiré en tu cama emitiendo alaridos.
Te seguiré mejor de lo que hace tu sombra.
Haré que la sangre esté sobre tus huesos.
Cortaré con unas tijeras tu último aliento.
Le destrozare la garganta a tu consciencia.
Beberé el dolor que derraman tus ojos.
Seré la lujuria desviada que no te deja dormir.
Estaré oculto en la soledad que abrazan tus noches.
Me vestiré con tu piel, esa misma que todos han usado.
Mantendré viva la hoguera cuando estés en el fuego eterno.
Por más que decidas ignorarme al verme en tus ojos cuando te miras al espejo.
Por más que decidas maldecir mi nombre "Ansiedad" entre susurros.
Cuando te esté matando con mis propias manos, desearas no haberme sacado nunca de la ignorante castidad.
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