Entradas

El delirio de un suspiro

Imagen
Me encontraba frente a un espejo, contemplando la absoluta nada que se reflejaba. Una nada con rostro y con nombre, una nada sin importancia que a su vez lo tenía todo reflejado. Doy un suspiro, y de pronto, todo se oscureció, gracias a una humareda que empezó a entrar por un lugar indefinido. Era una niebla helada, densa y espesa, la misma niebla que baja de las montañas después de una madrugada lluviosa. Estuve mucho tiempo inmóvil sentado frente al espejo, contemplando la nada ahora rodeada de oscuridad y niebla. Todo parecía eterno, como si el tiempo no existiese ni en el corazón ni en los relojes… pero nada de esto me parecía inusual. Pero fue otro suspiro, uno leve, lo que me despertó de ese letargo y me obligó a caminar a través de la oscuridad, errando sin un destino fijo pero con un camino definido. Es posible que se deslumbraran siluetas y figuras, pero yo a duras penas note algo, porque a pesar de que hubieran cosas nuevas, nada era ajeno. Seguí mi marcha fantasmal en direcc...

Marioneta

Imagen
Eso es lo que tú crees. Piensas que llevas el control, que eres tú quien manda. Quién decidirá cuándo sí y cuándo no; pero no es así. Estás siendo engañado por los hilos que yo controlo. Eres únicamente mi marioneta. Consigues lo que quieres, pero sólo cuando estoy de acuerdo. Por mucho que tú pienses que es al revés, yo mando. Si digo sí, será sí, pero aunque tú digas no seguirá siendo sí. Te doblegas ante mi cómo un juguete, porque no eres más que eso para todos. Simplemente eres uno más dentro de este juego de millones de fichas. Un simple peón de algo que se te escapa tan siquiera imaginar. Piensas que eres especial, piensas que yo te obedezco, piensas que yo soy tuyo, pero no es así. Hago contigo lo que quiero y no puedes impedirlo. ¿Por qué? Porque tu voluntad también es mía, no eres capaz de negarte ni tampoco de abstenerte. Eres como un cuerpo vacío que yo domino. No hay mente, no hay personalidad, no hay nada. Está vacío. Lleno de aire. Una charada para la sociedad. Una burla ...

Frágil Cosa Rota

Imagen
Que desastre y qué vergüenza. Termine convertido simplemente en una frágil cosa rota. Mariposas con alas perforadas revolotean en los lugares más oscuros y profundos de mi corazón. Dónde antes había una pequeña chispa, ahora hay una luz cegadora. Pero… fragmentada, hiriente, calcinante. Me encuentro bailando solo al sonido de la canción de mi corazón enemigo. Ando vagando en el laberinto de diastole y sistole, luz y oscuridad, amor y angustia, vislumbrando desde la lejanía lo imposible de su amor. Estaré sin rumbo hasta que me encuentre… Luchando por mi solo una guerra en la que soy el único perdedor. Perdido esperando hasta que venga y me encuentre, aún con la amarga certeza de que no vendrá. Qué lío y qué misterio hemos hecho del amor: una cosa simple que se aprende a perdonar aún cuando no sea nuestro error. Una cosa simple que se vuelve compleja cuando te pertenece. Pongo en duda a cualquier humano que no mire a su amor lejos de si y no sufra en silencio. Cada caricia ajena es una ...

Yo no

Imagen
Por los amigos que se alejaron. Por la familia que me traicionó. Por ese amor que perdí. Por ese hombre que nunca recuperaré. Mi angustia. Mis lágrimas. Mi desesperación.  Mis únicos acompañantes. Mis únicos testigos. Desciendo al Averno de la locura. Ya no hay vuelta atrás. Mi mala suerte. Mis constantes fracasos. Mi coqueteo con la ruina. Mi acercamiento a la bancarrota. Por más que pida redención. Por más que pida una oportunidad. Todo esto me lo merezco. De todo soy merecedor. Ser ignorado, abandonado, olvidado. Esto merezco y mucho más. Fui un ser humano abyecto. Y aunque intenté redimirme  Merezco esta tristeza. Merezco estás lágrimas. Merezco sufrir. Mi tragedia será eterna en vida. Y eterna también en mi muerte. Todo por ese amor que perdí. Por ese hombre que nunca recuperaré. El merece la felicidad y la dicha. Yo no. Fuente Fotográfica: DeviantArt

Carta de una Sombra para un Recuerdo

Imagen
El día de hoy. La vida que no comprendo. Persistente recuerdo con el que hablé en el ayer: Tal vez estas sean palabras que no existan, pues no hay ojos que las lean, y esa es la razón que me da rabia para tenerte como un recuerdo. Te extraño, te amo y te odio, pero sobre todo te recuerdo. Recuerdo tanto, que temo volverme yo un simple recuerdo de la vida. En ese entonces éramos simples máquinas sexuales. Estructuras rígidas y sin corazón que no tenían nada para dar, pero que buscaban lo mismo. Al principio obtuvimos lo que queríamos y fuimos felices por unos minutos. Esos minutos en que pudimos sentirnos dichosos pero tan vacíos. Sin embargo… todo se llenó de eso llamado sentimientos, que terminó ahogando cualquier rastro de mesura y dejo la cordura atrapada en el olvido de nuestra mente. Y así éramos felices, pero no lo dijimos. Tal vez hasta lo tuvimos todo, pero al no hablarlo esa plenitud salió cara. Toda una vida perdida por una falla de comunicación de mi parte. Una cualidad huma...

Ignorante Castidad

Imagen
Que bien aparentas no aparentar: Ofreces una sonrisa mientras tu alma llora. Muestras satisfacción en tu inmundicia. Escribes sin tu esencia para que no hablen mal de ti. Y haces que tú sonrisa enfermiza parezca sincera. Estando inmerso en la monotonía, te jactas de vivir en plenitud.  Labios sonrosados que dan besos negros. Cuerpo mancillado que refleja el estado de tu alma. Exceso de ideas superfluas guardadas en la cabeza. Con ellas será imposible llenar el vacío que sientes a diario. Superficialidad abyecta que desemboca en un deplorable reduccionismo. Cúmulo putrefacto de masa carente de autoconocimiento, que no se compadece del sufrimiento. Como el "amor" que una vez estuvo allí, y que hipócritamente me decía: "No miento". Pero yo sé bien la inmundicia que realmente eres: Sé cuántos hombres has devorado ansioso en tu manchado cuerpo. Sé de los espectáculos que das cuando no estás en un escenario. Sé que no te satisface el placer de los orgasmos que buscas dese...

Decisiones

Imagen
Un frío descarnado se había instaurado en mi pecho con una sensación de vacío infinito. Solo podía respirar acompasadamente, mientras la quietud atenazaba cada uno de mis músculos... "Es hora de terminar". Estas palabras rebotaban en mi cabeza mientras yo intentaba recuperarme del dolor instantáneo y de las ilusiones rotas que salían de mi a través de una única lágrima deslizándose por mi rostro. Empecé a comprender cómo el sentir denominado amor estaba condenado al fracaso para mi desde el principio. Tendría que haberlo visto, tendría que haberme dado cuenta que todo era una ilusión, un dolor disfrazado de dicha. Yo solo era una roca impávida que acompañaba al mar. Aunque este último solo quiere demostrar su afecto con caricias, con el paso del tiempo termina destruyendo a la roca, primero cambiándola y luego matándola. Los golpes del destino, del desamor y del dolor ya habían hecho mella en mi, pero esta vez era distinto. Esta vez no estaba a la defensiva. Había abierto esa...